Selección Colombia Femenina: el Mundial y la lucha contra la desigualdad – Fútbol Internacional – Deportes

La Selección Colombia Femenina de fútbol ya está en Australia para su mayor reto, el Mundial de 2023. Y el viaje no estuvo exento de líos: el grupo tuvo que viajar dividido en dos.

La presencia en el torneo es un premio para un equipo que ha tenido que sobreponerse a muchos factores en contra, a promesas incumplidas y hasta indicios de vetos a jugadoras, nunca confirmadas oficialmente.

La Copa del Mundo se juega en medio de la lucha de las mujeres por ganar su espacio y conseguir la igualdad en el deporte. La brecha todavía es muy grande.

Este año, Fifa aumentó, de nuevo, los premios del torneo: 150 millones de dólares se repartirán entre las selecciones participantes. La cifra es diez veces superior a lo que se entregó en la última participación de Colombia, el Mundial de Canadá 2015, en el que el equipo logró la segunda fase del torneo, y tres veces más que la premiación de la edición anterior, disputada en Canadá.

Sin embargo, esta premiación aún está lejos de lo que deja la Fifa en el Mundial masculino. En Catar 2022, las primas ascienden a $440 millones.

El fútbol femenino aún lucha contra la desigualdad

Las selecciones de Noruega y Estados Unidos han tomado la bandera de la igualdad en premios, viaticos y derechos de imagen, y ya lo consiguieron. Otras 11 selecciones de las participantes en la Copa del Mundo femenina también lo lograron para esta edición. Las dos anfitrionas, Australia y Nueva Zelanda, están en la lista, al igual que Sudáfrica, Dinamarca, Finlandia, Brasil, Inglaterra, Países Bajos, Irlanda, España, Gales y Canadá.

El fútbol femenino aún tiene muchas peleas por dar. Información de la Federación Internacional de Futbolistas (Fifpro) de 2018 reveló que el 49 por ciento de las jugadoras de los equipos profesionales no recibieron sueldo. Sí generaba una gran deserción: el 87 por ciento de ellas acabaron con su carrera antes de cumplir los 25 años.

Los casos colombianos

Dos jugadoras con pasado de Selección Colombia, Nicole Regnier e Isabella Echeverri, se retiraron anticipadamente. La primera lo hizo a los 25 años, en 2021, y la segunda colgó los guayos a los 29, con la idea de seguir luchando por las que vienen atrás.
Cuando salió la convocatoria de Colombia para el Mundial, Echeverri no pudo ocultar su tristeza.

«Me jubilé por 6 meses, pero ver esa lista y saber que nunca me dieron ni una oportunidad, cuando lo merecía, fue más difícil de lo que pensaba», escribió en su cuenta de Twitter. Y añadió, acerca de su lucha: “Lo volvería a hacer una y mil veces. Mi legado será desde fuera, siempre con la bandera de la justicia, inclusión y equidad en la mano”.

Las dificultades encontradas por la Selección para llegar a Australia son solo una parte de los problemas que aún tiene que pasar el fútbol femenino en Colombia (ver nota alterna). Todavía existe una gran brecha. Pero la Selección Colombia sigue firme. Ya sonríe en Australia y se alista para un Mundial en el que piensa en grande.

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