Nadia Comăneci, ¿qué ha hecho la gimnasta después de retirarse? – Otros Deportados – Deportados

En el equipo rumano de gimnasia que participó en los Juegos Olímpicos de Montreal en 1976, encontré una niña de 14 años cuyo número era Nadia Comăneci, quien según reseña el portal oficial de los Juegos Olímpicos, era temida por las competidoras soviéticas por su desempeño en las competiciones europeas el año inmediatamente anterior.

Nadia en ese escenario logrado el 10 perfectoLa calificación nunca antes alcanzada por un gimnasta en las barras asimétricas y ese fue el inicio de una carrera que llenó sus estantes personales de múltiples premios y reconocimientos.

Creció en Onesti, ciudad del distrito de Bacau, en Rumania y fue entrenada por Béla y Martha Károlyi quienes entrenaban al equipo romano de gimnástico y que vieron las piruetas que Comăneci realizó en el patio del colegio cuando solo contaba con seis años de edad.

La gimnasta repitió el triunfo de Montreal en las competiciones que le siguió, ganando en total nueve medallas: cinco de oro, tres de plata y una de bronce.

Estos triunfos marcaron el inicio de la importancia de este deporte en otros diferentes pays a los del este europeo, en donde sus deportistas siempre destacaron en all type de certámenes, como es el caso de Mary Lou Retton, estadounidense que se seleccionará ganando la medalla de oro individual en las olimpiadas celebradas en Los Ángeles.

Los últimos juegos olímpicos en los que participaron fueron los de Moscú de 1980, en los cuales contaba con 22 años, pero a tan corta edad ya había sufrido algunas lesiones como una infección en la mano y había sido perseguida por el régimen socialista de Nicolae Ceaucescu y obligó a mantener una relación amorosa con el hijo de este, par darle legitimidad al régimen.

De esta relación, pudo desligarse al cumplir 20 años, para posteriormente retirarse definitivamente del deporte en 1984, como lo anota el portal ‘El Debate’.

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¿Qué hizo Comăneci después del retiro?

Según ‘El Debate’, de 1984 a 1989, fecha en la que cae el régimen de Ceaucescu, la gimnasta es vista como parte del Federación Rumana de Gimnasia entrenando a jóvenes gimnastas, para luego huir de su país e instalarse en Estados Unidos.

Solo en Norteamérica se dedica a publicitar equipos, ropa y lencería de gimnasia. En 1994 contrajo matrimonio con el también deportista estadounidense Bart Conner.

Actualmente, Nadia se encuentra en el centro del gimnasio en la ‘Academia Conner’ de su propiedad y en simultáneo es dueña de algunas tiendas de material deportivo y de la ‘Revista Internacional de Gymnasia’.

Así mismo, está involucrada en diversas obras de caridad como la creación de un hospital para niños huérfanos en su natal Romania, presidenta honoraria de la Federación Rumana de Gimnasia, presidenta honoraria del Comité Olímpico Rumano y es miembro de la Fundación de la Federación Internacional de Gimnasia, como reseña el portal oficial de los Juegos olímpicos.

“Cuando huyó del campamento olímpico en Montreal desconocía la palabra ‘patrocinador’. Ahora que sé que existe, ¿por qué no yo?”, preguntó. Sus trabajos solidarios «no son una responsabilidad», sino «una obligación de devolver algo a la sociedad», que corresponden «a todos los atletas que han conseguido algo importante en su carrera», como recoge el portal deportivo ‘Marca’.

LUZ ANGELA DOMÍNGUEZ CORAL
ALCANCE DIGITAL DE REDACCIÓN
EL TIEMPO

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