La Junta de Andalucía ordenó en julio el cierre de Cárnicas Sierra Nevada por listeria, aunque esta siguió comercializando sus productos | Sociedad

Cartel de Industrias Cárnicas Sierra Nevada en Cájar (Granada).Miguel Ángel Molina (EFE)

Inspectores de la Junta de Andalucía visitaron en julio la empresa granadina Industrias Cárnicas Sierra Nevada, una compañía con 50 años de antigüedad situada en la localidad de Cájar, a pocos kilómetros de Granada, y que se dedica “a la fabricación de jamones y embutidos basados en los métodos artesanales”, según su web. En una inspección en junio, según fuentes de la Delegación Territorial de Salud en la provincia, los técnicos del departamento de Salud Pública comprobaron que las instalaciones no reunían las medidas sanitarias suficientes para estar seguros de fabricar sin riesgo de listeriosis.

En siguientes inspecciones, los técnicos detectaron que algunos de los lotes de embutidos ya producidos contenían dosis de la bacteria listeria —listeria monocytogenes— y ordenaron inmediatamente el cierre de la empresa, así como el cese de la producción y de la comercialización de los productos ya listos. Este jueves se ha conocido la orden de cierre y el incumplimiento de la empresa, ya que así lo ha admitido el viceconsejero andaluz de Salud y Consumo, Miguel Ángel Guzmán.

Los inspectores volvieron a la industria a comprobar “el cierre” días después, según ha informado el viceconsejero en una visita a Granada, y constataron “que la empresa seguía produciendo y comercializando productos”. La administración realizó “una actuación más contundente”, ha dicho sin especificar cuál. “Sabemos que los productos están inmovilizados y hay una alerta que los consumidores conocen”, señala. Esta semana, de hecho, el Ministerio de Consumo ha lanzado una alerta alimentaria por presencia de la bacteria en varios productos —fuet, chorizo y salchichón ibérico— de la misma empresa.

La organización de consumidores Facua ha emitido un comunicado al conocer las declaraciones del viceconsejero en el que considera “una grave irresponsabilidad” que la Consejería de Salud ocultara los hechos el pasado verano. Sin embargo, fuentes de esta consejería afirman a EL PAÍS que no existe obligación legal de hacer públicos esos cierres de empresas aunque se deriven de deficiencias sanitarias que pueden provocar problemas de salud pública. Lo mismo señala una portavoz del Ministerio de Consumo: “Las comunidades autónomas tienen la obligación de comunicar a la población si retiran productos afectados por una alerta alimentaria para evitar riesgos para la población, cosa que se ha producido ahora. Si en una inspección se recurre el cierre de una empresa, tan solo hay obligación de informar al registro Sanitario de Empresas y Alimentos”.

“La mejor noticia es que no se conoce a día de hoy absolutamente ningún caso”, ha concluido Guzmán. Facua Andalucía señala en su comunicado que la transparencia e información a los ciudadanos debe ser vital en estos casos, precisamente para evitar que puedan estar adquiriendo alimentos peligrosos para su salud al desconocer que la empresa que los produce lo hace pese a existir una orden de las autoridades que le imposibilita a hacerlo.

Este diario se ha puesto en contacto con la empresa granadina y, aunque no ha sido posible hablar con ningún directivo, ha mantenido una breve conversación telefónica con un trabajador de la empresa —que no ha querido identificarse— : “No hay víctimas… Han montado un número y está claro que la cantidad de listeria está dentro de los márgenes. Esto no es como Magrudis [empresa sevillana que comercializó hace un par de veranos carne mechada con listeriosis con graves problemas de salud para quienes la consumieron, e incluso fallecimientos], que estaba muy por encima de lo permitido”. Así, la línea de defensa de la empresa, a falta de otra comunicación, parece ser que la bacteria estaba en su límite más bajo y nadie ha tenido problemas de salud.

Productos afectados

Según la información que facilitó la Junta el pasado martes, con la activación de la alerta alimentaria, productos proceden de la empresa Industrias Cárnicas Sierra Nevada SL, con número de autorización 10.05545/GR. Los productos fueron distribuidos en las provincias de Córdoba, Granada, Málaga y Sevilla. El consejero andaluz ha reconocido que los productos de Cárnicas Sierra Nevada se están distribuyendo también en Baleares, donde también se ha lanzado una alerta sanitaria “y allí también lo tienen perfectamente controlado”, ha concluido Guzmán.

Tras el control de la Administración, en el marco de una investigación en la que ha colaborado la Guardia Civil, la empresa limitaba su actividad este pasado miércoles a distintas tareas de mantenimiento industrial, según comentaron a Europa Press en dicha cárnica.

Facua ha añadido en su comunicado que “la Administración andaluza parece haber priorizado los intereses de una empresa que se encontraba vulnerando de forma flagrante los derechos de los consumidores —al poner a disposición de ellos productos en cuya elaboración no se reunían las condiciones seguridad necesarias para poder ser comercializados—, ocultando una información tan relevante como su cese de actividad. Con la opacidad que ha mantenido hasta ahora, parece que el Gobierno andaluz no ha aprendido de los errores cometidos con el caso Magrudis”. Por otro lado, la federación espera que la Junta imponga multas contundentes a Cárnicas Sierra Nevada por haber producido y comercializado alimentos no seguros, con la agravante de haberlo hecho pese a tenerlo prohibido.