Alberto Contador e Ivan Basso resucitan al Polti de Bugno, Fignon y Rominger

Para Alberto Contador, cuando la década de los 90 tocaba a su fin y todavía seguía el ciclismo por la tele antes de enseñar a todos la matrícula de su bicicleta, el Tour y el maillot de la montaña se entendía a través de la figura de Richard Virenque, más allá del estratosférico pero tramposo Lance Armstrong. Todavía guarda en la retina esa que terminaba con la bajada al Morzine, ya en el 2000, cuando el francés, dedo en alto, festejaba su triunfo. “Tenía el maillot de Polti”, sentencia. Y, precisamente Polti, que se hizo famoso por ser el equipo de grandes figuras como Bugno, Rominger, Gotti, Giannetti, Fignon…, ha decidido regresar al ciclismo tras 24 años apeado del sillín. Lo hará con el equipo de Contador e Ivan Basso, también de Fran, el hermano de Alberto, ahora conocido como el Polti-Kometa, de la segunda categoría del ciclismo mundial o Pro Team. Es el aliento que necesitaban los excorredores, campeones sobre la bici en su momento, para volver a luchar por estar en la élite.

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49 corredores, 46 preparadores y una escuela

Después de que Contador ganara el Tour en 2007, Fran, que era ingeniero electrónico, se convirtió en el portavoz inesperado de la familia para esa bola de nieve que era atender a los medios, marcas y patrocinadores que se le ofrecían. Después llegó el triunfo del Giro y Fran pidió la excedencia en su trabajo en 2008. Una relación fraternal pero profesional que le llevó a convertirse en 2013 en el mánager general de los equipos de la Fundación Alberto Contador. Por entonces, solo estaba el equipo juvenil, donde con el paso de los cursos se formaron, entre otros, Enric Mas, Fernando Barceló, Carlos Rodríguez, Fernando Barceló… “Y en 2014 ya creamos el equipo sub-23 para en 2018 crear el equipo Continental”, explica Fran con orgullo. Tanto como el que muestra por los dos triunfos de etapa en los tres últimos Giros o por la filosofía de apostar por la base, por contar con 20 corredores profesionales, 16 de la sub-23 y 13 del juvenil, amén de 46 personas de staff técnico y la escuela de Pinto para los niños, que compiten poco porque lo primero es disfrutar de la bicicleta.