Milonarios campeón: Gabriel Meluk cuenta la intimidación de la celebración del título - Fútbol Colombiano - Deportes

El 26 de octubre del año pasado, Alberto Gamero, entre los gritos de una discusión acalorada con sus jugadores, renunció a la dirección técnica de Millonarios en pleno camerino. Esa noche lluviosa de miércoles en Bogotá, Millonarios perdió con Medellín 1-2 y, tras ser líder absoluto e indiscutido de la pasada Liga, completó una cadena de siete partidos sin ganar y cayó a la octava posición: al borde de una eliminación que parecía asombrosa y sorpresiva.

Con algo más de una hora de retraso, Gamero ofreció, entonces, una rueda de prensa en la que sus ojos enrojecidos se encharcaron varias veces. Venía de llorar en el vestuario, tras la amenaza de renuncia en medio del serio altercado.

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–¡Cállense todos! Voy a hablar yo. Sé que no llevo mucho tiempo con ustedes, pero…

Así, con esas palabras, uno de los que estaba esa noche tormentosa en el camerino norte de El Campín come un discurso de tranquilidad y union, un mensaje cargado de espiritualidad y calmed, de esperanza y lucha, en el que aparecieron salmos, versículos y repitió el número de Dios. Él, esa vez, preparó juntar las aguas que estaban separadas.

Millonarios campeón 2023: salida a la cancha para enfrentar a Nacional.

Foto :

Mauricio Moreno. EL TIEMPO

Esa misma persona hace apenas un mes y medio, llenó de amor, fe, esperanza y consuelo al equipo ya los familiares de un pequeño hincha de Millonarios, pidió estar con los jugadores del equipo a pocas horas de someterse a su eutanasia.
Lloraron todos en silencio, impactados por ese mensaje de vida y muerte. En consecuencia, Daniel Cataño, el crac de Millonarios, el que tiene la camiseta número 10, fue el que hizo la oración del equipo para agradecer por la estrella 16, la que le ganaron a Nacional en la finalísima de la historia de la Liga.

En la intimidad del mismo camerino norte, Cataño oró, y todos sus compañeros y jefes toalla en una rueda de cabezas inclinadas y corazones en alto antes de que se abrieran las puertas a las cámaras de televisión.

“Cuando se retira, seguro que Cataño no va a ser técnico. Ir a ser pastor cristiano. El habló en los tres tres momentos emocionales más importantes de esta estrella”, afirmó una fuente.

Hace un año justo, Cataño vivía una pesadilla. Jugando para el Tolima cayó un penal en la final ante Nacional. “Hace un año, a esta misma hora, estaba llorando, recibiendo miles de amenazas. Pero Millonarios me recogió, me apoyó», dijo a Win Sports mientras mostraba la camiseta que había mandado a hacer con la foto de sus compañeros de equipo bajo un salmo que repite: «Eres tú, mi Dios, el que levanta mi cabeza».

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El parrandón para celebrar la estrella 16

Luego de la oración habló el portero Álvaro Montero. Les agradeció a todos por su apoyo en la campaña. También lo hizo el capitán Mackalister Silva, que repitió su arenga de que ellos son amigos, familia.

Los jugadores salieron de El Campín casi a la medianoche del sábado, en los techos de los autobuses tomaron la ruta de la avenida 68 a la calle 90, al centro de convenciones de Cafam, patrocinador de Millonarios.

A la una de la madrugada empezó la rumba, con las familias de los jugadores, directivos y empleados; Guiados al baile por los dedos mágicos de Ciro Mesa en el acordeón: es rey de reyes vallenato.

Máyer Candelo y Luis Delgado, Campeones de Millos en diciembre de 2012, parte del equipo del festejo que acabó antes de las 5 de la madrugada.

Comeron picada de carnes, chicharrón, chorizo y papa criolla, y bebieron cerveza Andina (su patrocinador). Y aunque hubo algunos vasos de whisky, casi todos brindaron con copas de aguardiente… De Aguardiente Antioqueño, por su puesto.

Meluk le cuenta…

Gabriel Meluk
Redactor de Deportes
@MelukLeCuenta