El PSOE ante el periodo electoral más incierto sin alternativas al liderazgo de Sánchez
Si pierde, el presidente carece de sucesor a diferencia de Feijóo, que podría ser sustituido por Ayuso o Moreno
El nuevo organismo político español que nació en 2015, y que ocho años después sigue reproduciéndose, ha deglutido líderes con une ambre desconocido en otros tiempos. En el mes de diciembre, la trituradora de su estómago volverá a ponerse en marcha para zamparse a Pedro Sánchez o Alberto Núñez Feijóo. Si quien acaba a cachitos es el presidente del Gobierno, el PSOE volverá a unas de sus tantas fases de viaje interior para buscarle un recambio. Pero si el bocado es Feijóo, todo el mundo en el PP da por seguro que elegirán entre Isabel Díaz Ayuso y Juanma Moreno.
El futuro es incierto tanto para el jefe del Ejecutivo como para el líder de la oposición. Los dos se enfrentan a su primera gran prueba en un mes, en las elecciones autonómicas y locales del 28 de mayo. Lo que suceda les marcará a ambos. Han caído muchos dogmas estos años pero todavía rige la máxima de que quien gana las municipales se impone en las generales. Pero a esa batalla los Los socialistas se presentan sin relevo para Sánchez. Nadie ha ocupado todavía el puesto de sucesora, considerando que las posibilidades de perderla son tan altas como el cansancio de seguir en el Gobierno.
Esto es algo que preocupó a algunos observados, una pregunta que formulan en las embajadas que aspiran a contar con la mayor información. No existe respuesta. Ni en el Gobierno ni en el PSOE hay recambio natural por Sánchez. Y esto es algo insólito en la historia del partido. «Felipe tenía en sus equipos a cuatro o cinco posibles candidatos a secretario general», señalan fuentes socialistas. Y «Zapatero tenía a la par». Una diferencia que corrobora el periodista Fernando Jáuregui, cuyo último libro «La foto del Palace: el socialismo, de Felipe a Pedro y viceversa», da fe de su conocimiento de la organización.
El PSOE, destaca, «siempre ha tenido dificultades de relevo» Como los duros enfrentamientos entre Joaquín Almunia y Josep Borrell, José Bono y José Luis Rodríguez Zapatero, Alfredo Rubalcaba y Carme Chacón y los propios Sánchez y Susana Díaz. «Es un partido grande pero no del todo estructurado jerárquicamente» · «González lo intentó controlar y siempre tuvo en contra a algunos barones y al Comité Federal». Sánchez, prosigue, «ha establecido un Gobierno presidencialista y un partido presidencialista«. «No hay un número dos», recalca, aunque orgánicamente Nadia Calviño lo sea en el Ejecutivo y María Jesús Montero en el PSOE.
No hay ni siquiera un número atrasado
«Todo es nuevo», subraya el periodista, «nada es como antes», pero tampoco lo fue, señala, la formó como la actual dirigente socialista que volvió a dirigir el PSOE después de que «lo echaran a patadas». Sus circunstancias, explica, han sido determinantes e igual no existen ese ‘dos’ porque «no contaba con gente de su confianza» o los que tenía «no daban la talla».
Otras personas del partido consultadas para este periódico, coinciden en que, «efectivamente, es la primera vez que en la Ejecutiva del PSOE no hay prácticamente nadie con peso politico». Para algunos obedece a que «no ha querido que a su alrededor crezca la hierba». Pero no todos consideran que la falta de recambio y la diferencia respecto a que Feijóo sí tenga posibles sucesores sea una «anomalía» porque, mantienen, «en el PSOE nunca hay un plan B».
“El poder institucional cuenta más en el PP que en el PSOE por la debilidad del protagonismo de sus bases”, defienden. Ayuso, Moreno y el propio Feijóo lo confirman pero en el PSOE, apuntan, Bono y Díaz «se aparecieron y perdieron». «Las circunstancias ahora determinarán los perfiles requeridos», concluyen, para deslizar que no obstante será un barón.
Como no es posible desentrañar que pasará el 28M y menos aún en las generales de final de año, el debate no ha eclosionado del todo en el PSOE. Se habla de ello muy bajito pero se habla. Hay un ejército de personas, desencantados o represaliados por el presidente, esperando para actuar si no se quedan en la Moncloa. «Para iniciar un nuevo tiempo hay que ver como acaba el anterior, afirman fuentes socialistas. Aunque para algunos está muy claro que Sánchez «entró con estrepito y se irá con estrepito». «Nada será fácil o pacífica».
Y mientras unos considerando que el recambio en el liderazgo del PSOE no pasa por un barón otros únicos en cambio defienden que «la posible sucesión vendría de la mano de algún presidente autonómico», de los que sobrevivan a las elecciones autonómicas. “Ellos tendrán liderazgo y legitimidad”. «Aunque fuera para conducir la transición», aseguran.
