Deportivo Cali: por qué llegó a este descalabro institucional y deportivo – Fútbol Colombiano – Deportes

Durante muchos años, el Deportivo Cali fue el club con más fútbol colombiano. Estadio y sede deportiva y social propios, un gran caudal de socios y una buena organización. Hoy, el club naufraga, y no solamente en lo deportivo.

El equipo vive un terrible momento del equipo en la Liga: es último en la tabla de posiciones y con una amenaza real en el tema del descenso. La situación, incluso, llevó al técnico Jorge Luis Pinto a lamentar hasta las lágrimas en defensa de sus jugadores.

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Este sábado, con resultados favorables para alejarse de la zona roja, Deportivo Cali no pudo con La Equidad, el penúltimo de la tabla. Empató el 0-0 y erró un penalti en el tiempo de reposición. El panorama es cada vez más complicado.

El camino a la debacle administrativa

La situación deportiva es sólo el reflejo de una administración que naufragó y que los hechos propiciaron la existencia del club.

El pasivo del Cali se cuadriplica en cinco años. En el balance de 2017 era de 24.000 millones de pesos. Hoy supera los 100.000 millones. Otros pasaron cuatro presidentes: Álvaro Martínez (que vino desde 2013 y dejó el cargo en noviembre de 2017), Juan Fernando Mejía (que fue en 2019 al Comité Ejecutivo de la Federación), Marco Caicedo (2019-2022) y Luis Fernando Mena.

«Cali tiene alrededor de 150.000 millones en activos, la sede, el estadio, pero lo grave es que el club está ilíquido, cuando les debe a los jugadores, les debe a los empleados, es complejo. Eso no permite que la situación deportiva mejore”, dijo el expresidente del club Fernando Marín, en charla con El corrillo de Mao.

Ya los socios vienen denunciando el tema. “Solo entre 2020 y 2021, el patrimonio del club se deteriora en más de un 35% a pesar de los robustos o importantes ingresos obtenidos por transferencias de jugadores”, dice una carta abierta enviada por un grupo de socios del club.

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El mal manejo de algunas deudas es la principal causa de la grave crisis económica y administrativa. “Hay dos cargas que realmente nos están matando, que es la de la Dian y la UGPP (Unidad de Gestión Pensional y Parafiscales). Con los intereses de 33%, en tres años duplicamos la deuda», les dijo Mena en agosto del año pasado a Los dueños del balón Cali.

Mena anunció, enero de este año, un acuerdo con la Dian, el cual fue desmentido por la entidad públicamente. “@AsoDeporCali no trabajó desde @DIANColombia puede reducir intereses o aceptar deudas un contribuyente de manera autónoma”, publicó la entidad en Twitter.

“La reforma tributaria (Ley 2277 de 2022) estableció condiciones específicas hasta el 13 de diciembre de 2022. No pierda la oportunidad de ponerse al día en sus obligaciones con @DIANColombia”, agregó.

Cali sigue en busca de soluciones

Hace 15 días, en la asociación del club, se aprobó que los socios pagaran muy cuotas extraordinarias para darle liquidez al club. Además decidió hacer un auditor forense para determinar cómo y quiénes se levantaron al Cali a esta crisis.

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Lo más grave es que el Cali tendrá que echarle mano a su patrimonio. “Hay que cambiar los estatutos, tenemos que ser un Deportivo Cali que no depende de la sociedad, sino de una cartera grande. El Cali hay que venderlo y hay que vender por lo menos un 80 por ciento. El otro 20 por ciento es lo que representa el club para que los socios sigan teniendo su boleta, su sauna, su piscina, su club”, le dijo Mena al Supercombo de RCN.

Se ha plantado, incluso, vender uno de los orgullos del club, el estadio de Palmaseca. Ya el año pasado se había propuesto ceder en una fiducia un lote al lado del escenario para hacer un parque. Ahora la venta sería total, pero con un lío que enreda el panorama: habría que negociar socio por socio, refiriéndose a los que son propietarios de las suites.

En su página web, el club puso a la venta unos bonos solidarios, con valores que oscilan entre 10.000 y un millón de pesos. Pero el problema de fondo sigue latente.
«El estado de pérdidas y ganancias del año pasado en el Cali fue positivo por 1.500 millones, pero se siguen debiendo casi 100.000 millones de acuerdo con lo que muestra el balance general», aseguró Mena a Zona Libre de Humo. El tema del posible descenso no es la causa, sino más bien la consecuencia de una crisis que aún no se sabe si ya tocó fondo.

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