Barras bravas muertos en Medellín: complicidad de la prensa en Colombia – Fútbol Colombiano – Deportes

Un periodista de este país, que tiene una montaña de seguidores además de redes sociales, que ha basado su carrera en ser un hincha más de un equipo, escribió en su
Gorjeo: «Lo mejor del clásico paisa fue la fiesta en las tribunas».

Luego, los hechos, a los que debe remitirse siempre al periodista –no a su corazón ni a su parecer–, lo obligaron a recular como ha tenido que hacerlo tantas veces.

(El anterior Meluk le cuenta: Barras bravas: voluntad política y posverdad…)

El sábado pasado, por el clásico antioqueño entre Medellín y Nacional, Hubo dos muertos, llamados con apodos de los que la Policía los pone a los criminales más tenebrosos.

Además, en la batalla entre las barras criminales de ambos equipos hubo al menos 14 heridos según los informes oficiales.

Dos muertos y 14 heridos, apenas una semana después de la grotesca y violenta presión de la barra brava del Nacional que con disruptios hizo aplazar el juego contra América y, luego y por el apoyo de la Alcaldía, mantenga el control pagado por el equipo de la seguridad de la barra violenta para la misma barra violenta.

Cualquier parecido a una extorsión es mera coincidencia.

(En contexto: Estos son las barras bravas muertos en violenta riña tras Nacional contre Medellín).

La complicidad de la prensa

Los heridos fueron llevados a centros asistenciales.

Foto :

Cortesia Denuncias Antioquia

Pero el tema de esta columna es the complicity of the prensa y los periodistas, que se hacen los de la vista gorda y con frases vacías se refieren a las barras.

Como lo he escrito tantas veces en esta misma columna en los últimos 25 años, all periodistas –¡empiezo por mí!– hemos sido cómplices de los “animales y salvajes”, bien llamados así por la ex primera inglesa Margaret Thatcher, el ejemplo por seguir para sacar de los estadios y encarcelar a las barras criminales.

La prensa, que se la pasa pidiendo de manera de dientes para afuera «fútbol en paz», es cómplice de las barras y pecadora de pensamiento, palabra, obra y omisión.

El primer pecado es celebrar el color, la fiesta de humo y papel picado y los cantos en las tribunas en las que levanta el monstruo, como lo hace el colega del trino del sábado entre los muertos, como lo hacen el narrador y el productor de la tele, el locutor de la radio, el cronista del periódico y los barrabravas que infectan las redes sociales.

‘Tolerancia cero’ con las barras criminales y asesinas

La battalla campal se presenta en la carrera 70.

La prensa repite que sus «dos o tres desadaptados» como si quisieran esconder el cáncer en una inútil y servil gripa para quedar bien con los directivos.

Tantas veces contó que hay franjas completas de programación en radio y TV pensadas en las barras. Y los que hablan –“orientan a la opinión, ¡je!”

La prensa toda es idiota útil, mientras pide paz como la reina de belleza que dice admirar a la madre Teresa de Calcuta. Insistir : la prensa debe asumir una posición real, seria y honesta de ‘tolerancia cero’ con las barras criminales y asesinas.

In Medellín, el sábado, hubo dos muertos, después del apoyo de la Alcaldía a la barra brava de Nacional. Y un periodista de este país, que tiene un montón de seguidores, qu’ha basado su carrera en ser un hincha más, escribió en su Twitter: «Lo mejor del clásico paisa fue la fiesta en las tribunas». Estamos jodidos… ¡La prensa es cómplice!

GABRIEL MELUK
EDITOR DE DEPORTADOS EL TIEMPO
@MelukLeCuenta

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