30 pacificadores internacionales heridos en enfrentamientos violentos con serbios étnicos en Kosovo

La violencia fue el último incidente cuando las tensiones se dispararon durante el pasado fin de semana cuando los serbios étnicos en el norte de Kosovo intentaron impedir que los funcionarios de etnia albanesa recién elegidos ingresaran a los edificios municipales. La policía de Kosovo disparó gases lacrimógenos para dispersar a la multitud y permitir que los nuevos funcionarios entraran en las oficinas. Serbia ha puesto al ejército del país en alerta máxima y ha enviado más tropas a la frontera con Kosovo.

Kosovo y Serbia han sido enemigos durante décadas, y Belgrado se negó a reconocer la soberanía de Kosovo en 2008.

Estados Unidos y la Unión Europea han intensificado sus esfuerzos para ayudar a resolver la disputa entre Kosovo y Serbia, por temor a que se renueve la inestabilidad en Europa a medida que la guerra rusa continúa en Ucrania. La UE ha dejado claro a Serbia y Kosovo que necesitan normalizar sus relaciones si quieren avanzar hacia la adhesión al bloque.

Los embajadores occidentales del llamado Quint -Francia, Italia, Alemania, Reino Unido y Estados Unidos- se reunieron en Pristina con el primer ministro Albin Kurti, pidiéndole que tome medidas para calmar y aliviar las tensiones, al tiempo que denunciaron enérgicamente la violencia contra la KFOR. tropas y periodistas.

«Los grafitis serbios ultranacionalistas en los vehículos de la OTAN son un sombrío recordatorio en Kosovo. Defendemos la paz y la seguridad», dijo Kurti después de la reunión.

Los embajadores de Quint se reunirán con Vucic y él también se reunirá con los embajadores de Rusia y China para mostrar su apoyo a sus políticas.

Los serbios étnicos en Zvecan, Leposavic, Zubin Potok y Mitrovica, cuatro municipios del norte, celebraron elecciones el mes pasado que fueron ampliamente boicoteadas por los serbios étnicos. Solo personas de etnia albanesa u otros representantes de minorías más pequeñas han sido elegidos para cargos de alcalde y asambleas.

El conflicto en Kosovo estalló en 1998 cuando los separatistas de etnia albanesa se rebelaron contra el gobierno serbio y Serbia respondió con una represión brutal. Murieron unas 13.000 personas, en su mayoría de etnia albanesa. La intervención militar de la OTAN en 1999 obligó finalmente a Serbia a retirarse del territorio. Washington y la mayoría de los países de la UE han reconocido a Kosovo como un estado independiente, pero Serbia, Rusia y China no lo han hecho.